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¿Qué es la Astrología?

Es el conocimiento que surge al relacionar, y darse cuenta de la sincronía existente, entre los movimientos planetarios y los movimientos humanos, tanto a nivel colectivo como individual.


La astrología, o las astrologías que conocemos en la actualidad, parten del tronco común de la astrología que surge en MESOPOTAMIA. Los testimonios más antiguos, que se conocen al respecto, se refieren a la biblioteca del rey asirio ASURBANIPAL (668-625 AC), quien poseyó manuscritos de astrología de procedencia egipcia, fechados cerca del año 3.000 antes de Jesucristo.

Sobre el año 3.500 A.C. surgen varias civilizaciones: la SUMERIA, que se asienta en el territorio de Mesopotamia, y es de la que surgen las demás civilizaciones; el Imperio Egipcio, que se crea sobre el año 3.000 A.C., en el que el faraón Ramses II (1300-1236 ac) reunía innumerables obras dedicadas a la Astrología en su biblioteca personal.; y La India, donde existe una referencia a un tratado astrológico llamado KHAMANIKYA, dentro del Libro de Krisna, en los vedas, que describe las constelaciones en el momento de nacer Krisna, octava reencarnación del dios Visnu.

Al principio la astrología era utilizada en predicciones meteorológicas, se puede decir que el primer hombre del tiempo era un astrólogo sumerio, y también en augurios que afectaban a la colectividad, al grupo. El primer horóscopo individual del que se tiene noticia se levantó para un niño el 29 de abril del año 410 A.C.

A Grecia llega la astrología de la mano de los egipcios, y es entonces cuando sobre los planetas son proyectados una serie de arquetipos y características basados en los dioses griegos. Así por ejemplo, Afrodita, la diosa griega del amor, es asociada con el planeta Venus; o Ares, que en el panteón griego es reverenciado como el dios de la guerra, en el firmamento se asoció al signo zodiacal de Aries y a su regente planetario Marte. Los griegos también crearon las mal llamadas partes árabes, que tomaron este nombre ya que los árabes las adoptaron y desarrollaron ampliamente con posterioridad. Es la época de Hiparco, que descubrió la precesión de los equinoccios; o la de Ptolomeo, que escribió el Tetrabiblos, una especie de enciclopedia de la astrología. En Roma, adoptaron el modelo griego, y fue en tiempos del emperador Tiberio cuando la astrología disfruto de un gran prestigio y solera en la civilización romana, ya que los astrólogos auguraron que Tiberio alcanzaría el poder.

El sistema de casas, tan habitual y conocido por los astrólogos modernos, se lo debemos a los árabes. A ellos, por tanto, les debemos conceptos como "ascendente" o "medio cielo". El sistema de casas divide la carta astral en doce sectores dependiendo de la hora y lugar de nacimiento, y cada sector o casa influye en una determinada parcela en la vida del sujeto a estudiar. La casa I, por ejemplo, influye en el caracter y personalidad; la casa II en la economía; la casa III en los estudios; etc. Albumasar fue el astrólogo árabe con un mayor reconocimiento, autor de obras como "Libro de las conjunciones" o "Las flores de la astrología".

El declive de la astrología comenzó en la Edad Media, cuando San Agustín fue el primero en combatirla y perseguirla al compararla con la magia, brujería, satanismo y toda clase de prácticas y cultos esotéricos. No obstante, muchos hombres poderosos, reyes y papas, siguen utilizando los servicios de astrólogos de renombre como William Lilly, incluso en el Renacimiento. En este ambiente de absoluta paranoia y totalitarismo religioso es en el que surge Michel de Notredame, que la historia conocerá como NOSTRADAMUS.

Con el Renacimiento llegó un nuevo culto, el culto a la ciencia, lo que agravó aún mas la delicada situación de la astrología, ya que fue desligada de la ciencia astronómica. Y así, en 1666, se cerró el Colegio Astrológico de París, y se prohibió levantar cartas astrales en toda Francia. Incluso, en 1710, se dejaron de imprimir las efemérides necesarias para levantar cartas astrales.

Durante dos siglos, en la civilización occidental, la astrología fue señalada, perseguida, acusada, llevada a la hoguera, sumida en la oscuridad y el olvido forzoso provocado por el miedo. Miedo a lo que no podemos dar una cómoda y tranquilizadora explicación científica, o a lo que no encaja dentro de nuestros dogmas religiosos. Cientos, quizás miles de escritos se perdieron en las brumas de la historia, y toda una generación fue dejada a su suerte, sin poder recibir el relevo ni, mucho menos, transmitirlo.

Unos conocimientos que no regresarían a Europa hasta principios del siglo XX. Desde la India, la joya del imperio británico, Madame Blavatsky y su grupo teosófico introdujeron la visión espiritual oriental en occidente, y entre todos estos conocimientos se encontraba la astrología, que en oriente seguía siendo venerada y practicada con respeto. En este contexto de apertura hacia la visión espiritual y mágica de oriente es donde surge con fuerza uno de los grandes mitos en el pensamiento del siglo XX, me estoy refiriendo a Carl Gustav Jung, que escribiría en su libro "La interpretación de la naturaleza y la psique", un capítulo entero, el segundo, dedicado a la astrología: "Un experimento astrológico". De ahí que, en occidente, tenga tanta fuerza la visión psicológica de la astrología, con nombres tan conocidos en la actualidad como Howard Sasportas o Liz Greene. Es la llamada psicoastrología.

Sin embargo, a raíz del acercamiento de occidente a la astrología a través de oriente, surge la necesidad, en la mentalidad occidental, de buscar una explicación científica a este conocimiento. Es en este marco donde habría que resaltar el trabajo de Adolf Weiss con su "Astrología racional", pero sobre todo al psicólogo francés Michel Gauquelin que, con sus estudios, elevó a la astrología al rango de ciencia estadística.

  

  Michel Gauquelin

Las estadísticas de Gauquelin, y su esposa Françoise, demostraron que la presencia de los astros cerca del ascendente y/o medio cielo (entre 5º de orbe si el planeta esta en la casa I o Casa X, y 20º si se encuentra en casa XII o casa IX) influye en el carácter y la profesión del sujeto. Resultando que, con Marte en esta configuración, las personas son dadas al deporte de competición o a la carrera militar; con Mercurio, lo son a la oratoria y la escritura, frecuente por tanto entre escritores y periodistas; con Saturno, suele dar personas observadoras y metódicas, científicos; etc. Sus estadísticas lo cambiaron todo, más información en... http://cura.free.fr/gauq/15gdesp.html