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ESCOLTA CATALUNYA,
LA VEU D'UN HOME QUE ET PARLA D'ASTROLOGIA

Publicado en el blog el 13 de octubre de 2012

Cataluña enarbola su bandera, llama a todos al cumplimiento del deber y a la obediencia absoluta al Gobierno de la Generalitat, que desde este momento rompe toda relación con las instituciones falseadas. En esta hora solemne, en nombre del pueblo y del Parlamento, el Gobierno que presido asume todas las facultades del Poder en Cataluña, Proclama el Estado Catalán…

No, esto no son palabras del President Artur Mas. Forman parte de un histórico discurso de otro President de la Generalitat, de Lluís Companys, mediante el cual proclamó l’Estat Català, el 6 de octubre de 1934. Pero aquella no fue la única ocasión en que algo así sucediese, el 5 de marzo de 1873 también se proclamó el Estado Catalán. Pero eso sí, en ambos casos se pretendía una República Catalana, en forma de estado propio, pero integrada en una República Federal Española. Porque en ambos casos, y creo interesante apuntarlo, coincidió con los momentos en que España se constituyó en forma de República.

Los que siguen este blog, puede que no se sorprendan demasiado si les digo que el aspecto más importante que formaban los astros en ambas fechas (1873 y 1934) era una cuadratura entre Urano y Plutón. Es decir, el mismo aspecto de mayor importancia con el que convivimos en la actualidad. Si bien, en 1873, la cuadratura estaba aun en una fase muy inicial. Pero empezó a ser potenciada por un Júpiter en cuadratura a Plutón, y un Saturno en oposición a Urano.

El primer gobierno de la I República (1873-74) recayó en manos del político catalán Estanislao Figueras, que tuvo que hacer frente, como ya he señalado, a la Proclamación del Estado Catalán. Proclamación que, para desconvocarla, prometió a sus conciudadanos catalanes que no habría tropas del ejército español en Cataluña.

Pero este no fue el único problema al que tuvo que hacer frente el Presidente Figueras, en sus apenas cinco meses de gobierno: crisis económica; el auge del cantonalismo, por el que varias ciudades y regiones del país pedían mayores niveles de autogobierno; las divisiones internas de su partido político, el Partido Republicano Federal, y del gobierno… No sé a ustedes, a mi todo esto me suena de algo. ¿Será un Déjà Vu?.

Pero volviendo a Cataluña… la Revolución Cantonal, al grito de ¡Viva Cartagena!, también tuvo sus ecos en Barcelona, y a esto tuvo que hacer frente el segundo Presidente de la I República Española, el Sr. Francesc Pi i Margall, que, como su predecesor, era de origen catalán y tuvo un mandato breve. Muy breve, de apenas un mes en el cargo.

La Revolución Cantonal, la Guerra de los Diez Años en Cuba, y la Tercera Guerra Carlista, fueron demasiados frentes abiertos para una joven y débil República, que fue incapaz de consolidarse. Toda esta complicada situación acabaría por desembocar en la llamada “Restauración Borbónica”, con la que se proclamaría a Alfonso XII como Rey de España.

Llegados a este punto, creo interesante poner el foco en la Tercera Guerra Carlista (1872-76). Ya que se trato de un conflicto cuyos frentes más importantes se situaron en el País Vasco, Navarra, y en territorios de la antigua Corona de Aragón, muy especialmente en Cataluña. El motivo de esto fue que, el que se consideraba a sí mismo como legítimo heredero de los derechos dinásticos que daban acceso al trono de España, y sus partidarios, prometieron la restauración de los Fueros históricos de los pueblos que habían formado parte de la Corona de Aragón y del antiguo Reino de Navarra. Aquellos Fueros que su antepasado, Felipe V, había abolido con sus “Decretos de Nueva Planta”, a principios del siglo XVIII.

En cualquier caso, la insurrección no consiguió los apoyos necesarios para llegar a buen puerto. En muchas regiones del país carecían de partidarios, y en otras su número era escaso. Se puede considerar como una guerra civil, pero me atrevería a decir que de baja intensidad. Y que si fue posible, fue por la debilidad de los gobiernos de aquel entonces, tras el exilio de Isabel II, el reinado de Amadeo de Saboya, y la I República. La llegada de la Restauración Borbónica consiguió cierta estabilidad, con la que se pudo ir minimizando esta cuestión.

En definitiva, la Proclamación del Estado Catalán de 1873 es fruto de un momento de gran inestabilidad política y social, que se vivía en la España de aquella época, coincidiendo con los inicios de la cuadratura entre Urano y Plutón. Cuadratura que influiría desde principios de los años 70 hasta mediados de los años 80 del siglo XIX.

Con la siguiente cuadratura entre Urano y Plutón, ya en el siglo XX, vuelven a reproducirse similares acontecimientos. Alfonso XIII parte para el exilio y se proclama la II República. Al mismo tiempo, se vive un clima de fuerte agitación social. Vuelve a hablarse de los carlistas, pero también de los anarquistas, los comunistas, los falangistas, etc. La polarización y crispación política es cada vez mayor. Y conducirían, desgraciadamente, a una guerra civil.

Y es en este ambiente cuando vuelve a hacerse una nueva Proclamación del Estado Catalán, el 6 de octubre de 1934, como comentaba al principio. Pero también el de la República Socialista de Asturias, un día antes.

Centrándonos en el caso catalán, y volviendo a la Proclamación de 1873, parece ser que esta sirvió como una medida de presión para llegar a unas negociaciones, y obtener unos mayores beneficios. Y creo que esto sería lo que podría llegar a suceder en la actualidad, supongo que en relación con el famoso “Pacto Fiscal”.

¿Por qué digo esto?. Porque la cuadratura de 1873, como sucede con la actual, se encontraba en la primera fase de su orbe (que es cuando la cuadratura se encuentra entre la conjunción y la oposición del ciclo entre Urano y Plutón, lo que sería la fase creciente en el caso de la Luna y sus aspectos con el Sol). Y he observado que las consecuencias en esa fase del ciclo son algo más suaves. No en vano, recordemos que la Guerra Carlista la definía como una guerra civil de baja intensidad. Y la Guerra de los Diez Años en Cuba, se vivía en un territorio de ultramar, lejano a la península. Pero con la siguiente cuadratura los acontecimientos fueron mucho más intensos, en forma de guerra civil.

Por tanto, insisto, esto parece indicar que el President Artur Mas intenta tener una mayor capacidad, a la hora de afrontar algún tipo de negociación futura con el Gobierno Español.

Debo decir también que no he encontrado información alguna sobre los movimientos militares que produjo la Proclamación del Estado Catalán en 1873, lo cual sugiere que en este sentido podemos respirar un poco más tranquilos en la actualidad. Pero esto no quiere decir que no existiesen, recuerden que yo no soy un experto en historia, tan solo un aficionado. Por eso creo interesante mencionar, con un breve resumen, cómo se gestaron los acontecimientos en 1934, después de la Proclamación del Estado Catalán. ¿Se podrían llegar a repetir?…

El President Lluís Companys ordenó al General destinado en Cataluña, Domingo Batet Mestres, que también era catalán, acatar la nueva situación. El militar, como era su obligación, pone en conocimiento de las anómalas circunstancias al Presidente de la II República Española, Alejandro Lerroux García. El cual, le ordena proclamar el “estado de guerra”. Por su parte, el jefe de los Mossos d’Esquadra, Enrique Pérez Farrás, comunica al General Batet que solo piensa cumplir las órdenes del President de la Generalitat de Catalunya.

Barcelona se convierte entonces en un campo de batalla, llena de barricadas, con la Generalitat defendida por los Mossos d’Esquadra, y el ejército tomando posiciones. Se producen tiroteos, disparos de ametralladoras retumban sobre el Ayuntamiento. Donde acaban por replegarse los partidarios al Gobierno de la Generalitat.

El General Badet, que tenía órdenes de atacar sin contemplaciones, opta por dejar pasar el tiempo, e ir reduciendo a las fuerzas rebeldes poco a poco. Evitando en lo posible la pérdida inútil de vidas humanas. A las 6:00 horas a.m. del 7 de octubre de 1934, el President Companys comunica su rendición al General Badet, y es detenido. La Generalitat quedaría suspendida.

Desde luego, espero que este tipo de acontecimientos, que implican la pérdida de vidas humanas, no sean los que vuelvan a reproducirse. Afortunadamente, como digo, la cuadratura actual entre Urano y Plutón guarda más parecidos con la de finales del siglo XIX. Por lo que me inclino a pensar en que todo este asunto desembocará en una nueva Proclamación del Estado Catalán, seguido de unas negociaciones con Madrid, que implicarán alguna concesión a la Generalitat en sus pretensiones, para conseguir así que los ánimos se tranquilicen, y lograr una mayor estabilidad política, al desconvocarse dicha Proclamación. Cuya duración, como en los casos precedentes, sería de unos pocos días, o incluso horas.

Pero como digo, desconozco si en 1873 se dio la declaración del estado de guerra en Cataluña como en 1934, o algo parecido. Si fuese así, la situación actual me preocuparía aun más. Quizás algún lector de este blog, con mayores conocimientos en historia, los míos son muy limitados, pueda sacarnos de dudas a este respecto.

Y siguiendo con este análisis histórico-astrológico, para intentar contestar a la pregunta de cuándo podría suceder todo esto, si es que sucede, habría que tener presente que Urano y Plutón mantendrán la influencia de su cuadratura hasta el año 2020. Por tanto, si se da el caso, debería suceder entre el actual 2012 y el 2020. E intentando ser más precisos, si tenemos en cuenta que dicha cuadratura resultará especialmente activa en el 2015, cabría especular en que alrededor de ese año podría darse una nueva Proclamación del Estado Catalán. Es decir, entre el 2014 y el 2016. Lo cual, a su vez, parece estar sugiriendo… al final de la siguiente legislatura, durante el Gobierno de la Generalitat que surja de las próximas elecciones en Cataluña.  

Dicho lo cual, las cuadraturas entre Urano y Plutón se han traducido en Proclamas, pero nunca en la independencia propiamente dicha. Por tanto, parece más lógico pensar en otra Proclamación, a modo de instrumento político para poder presionar con más opciones de conseguir unos mayores grados de autogobierno. Es más, lo que se proponía en las dos Proclamas anteriores no era exactamente la independencia, era un estado propio integrado en una República Federal Española. Como siempre, a la historia me remito.

Sin embargo, no se puede obviar tampoco que la crispación política, en la década de los años 70 del siglo XIX, cristalizó en acontecimientos como la Tercera Guerra Carlista. Con grupos armados, que aunque minoritarios, ocuparon algunas zonas del país. Y que la monarquía, en las dos cuadraturas precedentes, dio paso a la República. Lo primero me resulta preocupante. Téngase en cuenta que, del seno del carlismo, surgieron grupos anarquistas. Lo que hoy llamaríamos “antisistemas”.

Es decir, la historia, desde este análisis astrológico, puede estar sugiriendo que los indignados van a ir radicalizándose. Y que este radicalismo puede ser fruto, también, de unos grupos independentistas cada vez más violentos.

Solo espero que, cerca de 140 años después de aquella I República Española, podamos ser ya capaces de evitar las guerras, aunque sean de baja intensidad, y evitemos las pérdidas sin sentido de vidas humanas. Necesitamos el espíritu de la Transición.

Puede parecer algo exagerado decir todo esto, pero es lo que pienso. Porque los precedentes históricos sugieren que, después de una Proclamación del Estado Catalán y su fracaso, es cuando pueden llegar los verdaderos problemas.